¿Se imaginan laborar por 40 años al servicio de Pemex y que, cuando por fin recibes una basificación, por un decreto presidencial, el sindicato petrolero te niegue el derecho a una pensión? Eso es lo que le ocurrió al señor Gildardo Cardona, quien desde los años ochentas laboró como trabajador transitorio en el departamento de Marina de altura de Pemex en la terminal marítima de Salina Cruz Oaxaca.
Un accidente y la diabetes que padece, le ocasionaron la pérdida de una de sus extremidades inferiores. Acusó a los delegados sindicales de la sección uno de no apoyarlo para tener acceso a una jubilación digna.
La falta de apoyo afecta también a su esposa e hijo que se encuentran enfermos y no cuentan con atención médica. Finalmente dijo que acudirá a la mañanera con el presidente Andrés Manuel López Obrador, para pedir su intervención y denunciar el abuso del sindicato.