Una ola de violencia sacudió la ciudad de Guayaquil, Ecuador, dejando un saldo de 22 muertos y 3 heridos en una sola noche. El incidente, ocurrido en el distrito de Nueva Prosperina, ha sido atribuido a un conflicto entre bandas criminales rivales.
Según testigos, un grupo de aproximadamente 20 hombres armados atacó diferentes viviendas en la barriada de Socio Vivienda 2, matando a 19 personas en el lugar. La Policía Nacional del Ecuador informó que las víctimas heridas fueron trasladadas a diferentes centros de salud para recibir atención médica.
La autoridades atribuyeron la masacre a un conflicto entre las bandas criminales «Igualitos» y «Fénix», facciones de la poderosa organización narco «Los Tiguerones». Estos grupos están disputando el control de diferentes zonas de la ciudad y la supremacía dentro de la organización.
El alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, calificó la situación como «una barbaridad» y denunció que la ciudad se ha convertido en un «campo de batalla». Álvarez también criticó al gobierno por centrarse en inspecciones sanitarias en lugar de abordar la violencia.
La masacre es solo el último episodio de una ola de violencia que ha azotado a Ecuador en los últimos años. La tasa de homicidios en el país ha aumentado significativamente, convirtiendo a Guayaquil en uno de los epicentros de la crisis de violencia.
La situación se complica aún más en el contexto del proceso electoral en Ecuador, que se encuentra en plena campaña para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. La violencia y la inseguridad son temas clave en la campaña, y la masacre de Guayaquil ha puesto aún más presión sobre los candidatos para que aborden la crisis de violencia en el país.