Científicos han utilizado tomografías computarizadas para «desenvolver digitalmente» la momia intacta de aproximadamente 2.300 años de antigüedad de un adolescente, probablemente de alto nivel socioeconómico, conocido como el «niño de oro», que fue desenterrada en 1916 en un cementerio del sur de Egipto y desde entonces ha estado guardada en el sótano del Museo Egipcio de El Cairo.

En concreto, el cuerpo del joven que se cree que tenía unos 14 o 15 años cuando murió, estaba equipado con 49 amuletos de 21 tipos diferentes, muchos de ellos de oro, que habían sido cuidadosamente colocados sobre el cuerpo o en su interior.