La cinta, cuenta la historia de un hombre con problemas de morbilidad que ha perdido a su novio de varios años y que debe reencontrar el camino a través de su hija.

Priscila Arias, @La Fatshonista en redes, reconocida por subir contenido como activista corporal para identificar la gordofobia interiorizada y otras conductas alimentarias, comentó que «es una película sumamente gordofóbica que te recomiendo definitivamente no ver; en especial si tienes un problema de trastorno de la conducta alimentaria o lo has tenido, o si has tenido gordofobia internalizada”.
Señala que en muchas ocasiones a lo largo de la película se hace hincapié en el tamaño del cuerpo de la persona, «las risas, las expresiones de asco y de sorpresa del público definitivamente no ayudan» y asegura que estas conductas son detonantes para una persona que esté pasando por un momento de vulnerabilidad con su relación con la comida o con su cuerpo.